¿Por qué se contagian las emociones?
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Los profesionales inmobiliarios deberán aumentar su nivel de imaginación y herramientas si desean transmitir emociones que motiven la compra
Las emociones de los otros nos alertan para tomar decisiones que en muchos casos no calculamos los riesgos.
Estamos programados para contagiarnos emociones por diversas razones:
- Para aprender. Nos copiamos desde que nacemos, como un bebé recién nacido que a las pocas horas de nacer ya puede imitar a sus padres. Imitar nos ayuda a aprender de los demás.
- Para sobrevivir. Las emociones de los demás pueden salvarnos la vida, lesionarnos o llevarnos al hoyo. En una bandada de pájaros o durante un correcalles de fuegos artificiales, o una corrediza en lugares cerrados y masivos puede comportar que nos salvemos de ser atrapados, de ser quemados o de ser atropellados por la masa de gente. Si estamos atentos a las reacciones de los demás podemos llegar a copiar la emoción y optar por salir huyendo, apartarnos, buscar refugio, etc. Las emociones de los otros nos alertan para tomar decisiones acertadas o que nos pueden desgraciar la calidad de vida.
Muchos ciudadanos creyeron en la bondad del sistema para llegar a cumplir sus sueños a base de imitar felicidades temporales pero ni el sistema es tan bondadoso ni los que nos dirigen piensan en sus ciudadanos como semejantes, más bien, somos números, sólo empatizan con la ciudadanía en tiempos electorales.
Luego, los profesionales inmobiliarios deberán aumentar su nivel de imaginación y herramientas si desean transmitir emociones que motiven la compra para ganarse de nuevo la confianza del mercado. Los actuales compradores evitan al agente inmobiliario en un primer momento porque socialmente se ha extendido la idea de ser un agente que no aporta valor a la venta.
Por eso, acuden a internet con la convicción que encontrarán un particular que desee atenderlos como hacen los agentes inmobiliarios. Dudo que el comprador por lo general encuentre una óptima solución siendo tratado por otro particular, que por lo general, desconocerá aspectos fiscales que pueden perjudicar los intereses del vendedor y del comprador.
¿Qué va hacer el profesional inmobiliario para ganarse la confianza de los particulares que quieren comprar o vender?
Estamos programados para contagiarnos emociones por diversas razones:
- Para aprender. Nos copiamos desde que nacemos, como un bebé recién nacido que a las pocas horas de nacer ya puede imitar a sus padres. Imitar nos ayuda a aprender de los demás.
- Para sobrevivir. Las emociones de los demás pueden salvarnos la vida, lesionarnos o llevarnos al hoyo. En una bandada de pájaros o durante un correcalles de fuegos artificiales, o una corrediza en lugares cerrados y masivos puede comportar que nos salvemos de ser atrapados, de ser quemados o de ser atropellados por la masa de gente. Si estamos atentos a las reacciones de los demás podemos llegar a copiar la emoción y optar por salir huyendo, apartarnos, buscar refugio, etc. Las emociones de los otros nos alertan para tomar decisiones acertadas o que nos pueden desgraciar la calidad de vida.
Muchos ciudadanos creyeron en la bondad del sistema para llegar a cumplir sus sueños a base de imitar felicidades temporales pero ni el sistema es tan bondadoso ni los que nos dirigen piensan en sus ciudadanos como semejantes, más bien, somos números, sólo empatizan con la ciudadanía en tiempos electorales.
Luego, los profesionales inmobiliarios deberán aumentar su nivel de imaginación y herramientas si desean transmitir emociones que motiven la compra para ganarse de nuevo la confianza del mercado. Los actuales compradores evitan al agente inmobiliario en un primer momento porque socialmente se ha extendido la idea de ser un agente que no aporta valor a la venta.
Por eso, acuden a internet con la convicción que encontrarán un particular que desee atenderlos como hacen los agentes inmobiliarios. Dudo que el comprador por lo general encuentre una óptima solución siendo tratado por otro particular, que por lo general, desconocerá aspectos fiscales que pueden perjudicar los intereses del vendedor y del comprador.
¿Qué va hacer el profesional inmobiliario para ganarse la confianza de los particulares que quieren comprar o vender?
Comentari
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