Descripción

En pleno corazón de Villamañán, donde la vida del pueblo se reúne en su plaza y las tardes de verano se alargan entre conversaciones y sombra, se alza esta casa de adobe que conserva el carácter auténtico de la arquitectura tradicional. Una vivienda que, aun necesitando una rehabilitación completa, guarda ese encanto especial que solo tienen las casas con historia y con alma.
Su estructura se despliega en dos alturas, lo que permite imaginar espacios amplios, luminosos y llenos de posibilidades. Desde su entrada principal, la que abre directamente a la plaza, se percibe esa sensación de formar parte del tejido vivo del pueblo: del paso tranquilo de los vecinos, de las campanas que marcan el ritmo del día, del ambiente acogedor que distingue a Villamañán.
En la parte trasera, otro acceso conduce a una calle más tranquila, que conecta con la carretera que lleva tanto a la salida del municipio como al querido Jardín de Villamañán, uno de los lugares más emblemáticos y apreciados por quienes veranean allí. Este doble acceso convierte la vivienda en un espacio práctico y versátil, capaz de adaptarse a todo tipo de vidas, proyectos y momentos.
En el interior, un pequeño patio de unos 9 m² se convierte en un rincón íntimo, perfecto para crear un refugio verde, un espacio para desayunos al sol o tertulias estivales bajo una luz suave. Y la estancia que da a la calle posterior añade un valor único: puede transformarse en un ambiente especial, independiente y lleno de posibilidades, ya sea como rincón creativo, espacio de descanso o área para encuentros y celebraciones.
Villamañán, con su ambiente cálido, su vida social en verano, su tradición y su proximidad a entornos naturales y municipios llenos de actividad, es un pueblo que enamora a quien lo descubre. Y esta casa, situada justo donde late su esencia, es una oportunidad para crear un hogar lleno de personalidad, respeto por lo auténtico y la tranquilidad que solo se encuentra en los pueblos con alma.
Una vivienda que espera ser redescubierta, interpretada y convertida en un lugar único, donde cada rincón tenga una historia y cada estancia conserve ese equilibrio entre tradición, calma y vida.