6 Finques rurals amb Certificació Energètica E, en Asturias

Bimenes tiene el cartel de futuro en letras grandes. Cada vez más conocido, y cada vez más descubierto este pequeño secreto de la geografía asturiana a tan solo 32 km de Oviedo, y a poco de Nava, de la minera, de Gijón o de Villaviciosa, compartiendo así la accesibilidad de estos concejos con más nombre, pero no por ello menos valor. Solo unas pocas parroquias, pero mucha historia y mucho encanto, desde Martimporra, su capital, a Suares o Rozadas. En total hablamos de unos 25 minutos hacia cada una de las dos grandes ciudades del Principado, y los accesos son de primera calidad.

El paraje tan escondido que descubrimos esta vez, nos ha dejado tan sorprendidos como seguros de su potencial. Contando con la cercanía a pie de bares, tiendas y famacia, o incluso colegio de primaria, esta zona da buena cuenta de servicios rodeados de naturaleza y verde en todas partes.

La casa del molino ha visto pasar ya muchas generaciones, pero su piedra imperecedera hace de estas construcciones una joya singular. El sonido del agua del río que bordea el terreno es tenue, pero su brillo cuando sale el Sol ilumina cada rincón. Pero esta casa no viene sola, pues además de las dos plantas que lo forman, haciendo unos 40 m2 más o menos, su terreno de 3100 m2 cuenta también con dos construcciones más que la completan y hacen más que completas para todos aquellos que buscaban colmar sus expectativas y encontrar aquello que llevan tiempo persiguiendo.

En realidad, estos más de 3000 m2 cuentan también con unos 400 m2 que rodean la casa, pero hablar en términos aproximados siempre aporta más tranquilidad y se pueden ver bien en su documentación, pues está, para sorpresa de muchos, todo registrado y catastrado. Además de contar con luz y agua, otra de las preguntas más habituales.

La cabaña de madera viene totalmente equipada y cuenta con unos 50 m2, repartidos casi todo en salón cocina, y en una suite con baño completo. El salón cuenta con otra cama de matrimonio plegable, y toda ella está rodeada de ventanas en todos sus vientos, por lo que la sensación es una maravilla. El porche de la cabaña recuerda sin duda a cualquier película americana, con todos mis respetos a lo astur y tradicional, pero sólo falta poner una mecedora y ponerse un sombrero de vaquero para disfrutar de la tranquilidad de la zona.

Los dos barriles del fondo del terreno cuentan, uno con un aseo que lleva a una fosa séptica, y el otro sirve como almacén de herramientas. A la sombra de los árboles de la ribera del río contamos también con un pequeño fregadero y una parrilla que lleva tiempo en desuso, pero fácil de retomar (ya me huele a costillas y criollo).

Una propiedad que cuenta con todo.

Asturias es una región privilegiada por su clima oceánico, que ofrece inviernos suaves y veranos frescos, creando un ambiente ideal para quienes buscan escapar de los extremos térmicos. Su clima templado, combinado con la abundante vegetación y paisajes verdes, convierte al Principado en un lugar perfecto para disfrutar de una vida tranquila y saludable. La cercanía al mar y la montaña, junto con la calidad de su aire y agua, hacen de Asturias un lugar donde la naturaleza y el bienestar se fusionan. Vivir aquí significa rodearse de paisajes impresionantes, contar con una rica oferta cultural y gastronómica, y disfrutar de una calidad de vida que pocos lugares pueden ofrecer.

La casa está ubicada en la aldea de Llosa Nueva, en el concejo de Villaviciosa, una zona rural que destaca por su belleza natural, su tranquilidad y la autenticidad de sus paisajes. La vivienda, construida en piedra y con un tejado reformado en 2008, ha sido adaptada para ofrecer confort, pero manteniendo la esencia tradicional asturiana. Con dos dormitorios y un baño, cuenta además con una característica galería asturiana que da un toque pintoresco y encantador a la propiedad.

El terreno, de 3.000 m², se extiende frente a un camino, brindando amplias vistas a la naturaleza que rodea la casa y un entorno perfecto para quienes buscan paz y desconexión. Es un lugar ideal para disfrutar de la tranquilidad asturiana, con el sonido de la naturaleza como compañía.

Villaviciosa, conocida por su gastronomía, es famosa por sus sidras y la elaboración de productos del mar y la huerta, que ofrecen un festín para los sentidos. Aquí podrás degustar platos típicos como el ’arroz con leche’, las ’fabes con almejas’ o la ’cachopo’, acompañados de una sidra recién escanciada. Además, la cercanía al mar Cantábrico permite disfrutar de excelentes pescados y mariscos frescos.

La ubicación es también estratégica para explorar otros puntos de interés de Asturias. A tan solo unos minutos en coche se encuentran las hermosas playas de la región, como la Playa de Rodiles, famosa por sus aguas limpias y su entorno natural. Si te gusta la historia, la villa medieval de Cangas de Onís está a menos de 30 minutos, mientras que la ciudad de Oviedo, con su arquitectura prerrománica y su oferta cultural, se encuentra a una hora.

Además, los Picos de Europa, un paraíso para los amantes del senderismo y las montañas, están a poco más de una hora en coche, ofreciendo rutas espectaculares y vistas impresionantes. Sin duda, un lugar ideal para quienes buscan no solo un hogar, sino también una base desde la que descubrir la naturaleza, la cultura y la gastronomía de Asturias.

Ricabo es uno de los pueblos más emblemáticos del concejo de Quirós, y no cabe duda de que gran parte de la culpa son sus maravillosas vistas de todo el parque de las Ubiñas, y gracias a ello su comunicación es ideal por carreteras amplias y seguras, con la posibilidad de llegar a Pola de Lena en escasos 20 minutos, donde encontrar todos los servicios, autopistas, y conexiones con toda la región. A sólo 5 minutos se encuentra Bárzana, la capital del concejo, con una gran oferta gastronómica y turística, y donde invierno y verano están llenos de actividades para disfrutar de la familia y del espectacular entorno.

Tras una dilatada experiencia en turismo rural, y ser de las primeras casas en levantar la proyección turística del concejo y ponderar todo lo bueno y verde de esta zona de Asturias, sigue siendo un alojamiento con reconocimiento a nivel regional, y cuenta con dos trisqueles que avalan su calidad.

Estas dos casas de dos dormitorios con baño completo cada uno, conforman 208 m2 construidos, y cuenta cada una de ellas con un amplio salón con chimenea, una cocina totalmente equipada, y se encuentran totalmente amuebladas. Una de ellas cuenta con un balcón con vistas a la montaña, y las dos cuentan cada una con sendas barbacoas en el jardín. Su jardín cuenta con dos espacios definidos, para disfrutar sin limitaciones al alquilar las dos casas por separado.

Cada casa cuenta con un calentador de 300 litros, más que suficiente para una casa de dos dormitorios. Además, dispone de radiadores eléctricos en toda la casa, para mayor comodidad. Ventanas de madera de doble cristal, portería de madera con buenos cerramientos, y sistema eléctrico en perfecto estado.

La entrada a las casas es un trabajo excelente de piedra y la finca está bien delimitada. Por la parte trasera, accedemos a un cuarto de aperos donde se guarda herramientas y vajilla y útiles para la casa, y desde esta parte podemos comprobar el excelente estado de la cubierta. Estas antiguas casas del ferreiru (el herrero en asturiano), siguen teniendo cerca la fragua original, que añaden encanto a un lugar en sí lleno de tradición y cultura, fuente de nuestro patrimonio.

Ricabo es uno de los pueblos más emblemáticos del concejo de Quirós, y no cabe duda de que gran parte de la culpa son sus maravillosas vistas de todo el parque de las Ubiñas, y gracias a ello su comunicación es ideal por carreteras amplias y seguras, con la posibilidad de llegar a Pola de Lena en escasos 20 minutos, donde encontrar todos los servicios, autopistas, y conexiones con toda la región. A sólo 5 minutos se encuentra Bárzana, la capital del concejo, con una gran oferta gastronómica y turística, y donde invierno y verano están llenos de actividades para disfrutar de la familia y del espectacular entorno.

Quirós, más allá de su imponente geografía, es un crisol de tradiciones arraigadas, de sabores auténticos que evocan la sabiduría de la tierra. Sus pueblos, salpicados en las laderas, conservan la esencia de una Asturias ancestral, donde la vida transcurre a un ritmo pausado, marcado por el ciclo de las estaciones.

Aquí tenemos una casa de dos plantas con maderas de gran calidad y distribuida con toda lógica, entrando por arriba a la parte de los dormitorios y la cocina, y bajando al salón, al juergueru, y en ambas contamos con cuartos de baño completos. Incluso el garaje cuenta con su plato de ducha, y todas las construcciones tienen un buen sistema eléctrico y ventanas de doble acristalamiento. Es un hecho que esta casa no deja a nadie indiferente, pues es la casa con la que todos soñaríamos si tuviésemos la suerte de vivir en un entorno así. Capaces de ver la nieve en invierno, y calentarnos al abrigo de la chimenea, y más capaces aún de tostarnos Sol bien regados por una buena sidra y con las mejores viandas que ofrece la región.

Muchos langreanos celebran el 8 de Septiembre, como cada año, las fiestas de Nuestra Señora del Carbayu, una de las más reconocidas del concejo y casi en toda Asturias, pues su santuario fue construido en el siglo XVIII en el lugar que antes había ocupado un templo románico, como acreditaron materiales encontrados en los alrededores. Según una leyenda el templo iba a ser construido en un rincón conocido como La Armada, pero al llegar un día los obreros los materiales habían desaparecido, su pan se había convertido en piedra y tras divisar una luz, la virgen se apareció sobre un carbayu (roble en castellano) en la actual ubicación en la parroquia de Ciaño, desde donde se domina todo el valle de Langreo. Y con leyendas o sin ellas, lo que cabe destacar es la belleza de este pueblo singular con casas hermosas y una población más que acomodada en este enclave elevado sobre el valle. Valle, por cierto, donde ya llega la fibra óptica, hoy indispensable ya para apoyar el teletrabajo.

Esta casa de dos plantas y distintas construcciones que completan una auténtica manera de vivir, se encuentra sobre dos parcelas que engloban unos casi 4000 m2, en el lugar con mejores vistas del pueblo. Un auténtico mirador desde el que disfrutar del paisaje asturiano, teniendo en cuenta también los muchos caminos por los que llegar a Oviedo, a Gijón, a Mieres o a cualquier punto de Asturias desde este estratégico pueblo.

Contamos con 212 m2 de vivienda, 100 en cada planta, donde ponemos como protagonista el salón con galería de la primera planta, orientado al Sur, pero con gran protagonismo también de un salón en planta baja con cocina de leña, aún para terminar (los materiales ya están en la casa), y cuenta con 4 dormitorios, 3 de ellos dobles, y 3 cuartos de baño.

En esta casa se siguen haciendo trabajos de reforma, hasta terminar el proyecto, que cuenta con todos los permisos, pero ya se puede disfrutar y residir en ella, pues la mayor parte ya se encuentra en pleno servicio. Contamos con cocina abierta, totalmente equipada, y contamos con armarios empotrados y espacio de almacenaje suficiente para vivir. Sistema eléctrico totalmente nuevo, sala de calderas con calefacción de gasoil y calentador eléctrico para evitar consumo de gasóleo en verano, garaje cerrado con espacio para taller, y dos terrazas, una delantera a la entrada principal de la casa, y otra trasera con una barbacoa de obra enorme, ideal para grandes pitanzas.

Podemos hablar de su cuarto de laundry, de sus espacios ganados como altillos, de los varios vehículos que se pueden estacionar dentro de la finca, de los caminos creados dentro de la finca para crear huertos, pero lo mejor de esta finca es el poder disfrutar de todo. Tener la posibilidad de criar gallinas en su caseta específica, disponer de un taller donde trabajar o crear, o simplemente subir a la parte alta de la finca a disfrutar del paisaje. La finca está totalmente cerrada, por lo que nuestras mascotas pueden ser libres y estar protegidas desde el primer día.

El concejo de Villaviciosa es de sobra conocido por lugares tan icónicos como Tazones, El Puntal, Argüero o incluso Quintes, ya casi considero el Gijón 2.0 para mucha gente amante de la naturaleza pero ávida de conexiones en todas direcciones. Cuna, al igual que Nava, de la sidra natural que tanto y tanto amamos, no es sólo lo que ya conocemos, porque hay mucho más si nos alejamos un poco y miramos desde arriba.

Y esta imagen más amplia nos permite salir de la autopista en dirección Villaviciosa capital y seguir hacia zonas más tranquilas, más verdes aún, y con vistas al mar como quizá aún no te habías imaginado. Y así llegamos un día a Rales, se nos abrió de par en par la vegetación, y descubrimos uno de los pueblos con las mejores vistas del concejo, de eso estamos seguros.

Como ya bien sabemos, estos pueblos esconden joyas, y la gema preciosa que hoy os presentamos es una imponente casa adosada de piedra, totalmente rehabilitada, con un aire moderno y concepto abierto que nos hace sentir que hemos acertado desde el primer momento.

Sobre una superficie de 197 m2 nos sobra un trocito de terreno para poder sacar una mesas y sillas y desayunar recibiendo ya el Sol de la mañana, pues la casa recibe todo el Sol posible durante todo el día. Frente a la casa, una pequeña caseta donde se encuentra la caldera de gasoil y el depósito de 1000 litros, y donde nos sobra aún espacio de sobra para demás herramientas de jardinería y otros enseres (por ejemplo, unes madreñes). La casa solo está adosada por su cara Norte a un garaje de un vecino, por lo que la sensación de independencia es ideal en torno a toda la propiedad. Toda la piedra se ha conservado y limpiado a la perfección, y el tejado está en perfecto estado.

La casa cuenta con dos plantas, que suman unos 140 m2 aproximadamente útiles, con dos dormitorios en planta baja, y uno en la superior. Un cuarto de baño completo en cada planta, amplios y luminosos, y un salón cocina en planta baja de unos 40 m2 con chimenea y equipada, a falta de algún electrodoméstico. Este salón tiene una chimenea ideal para calentar aún más y dar más calidez a la casa, que ya cuenta con radiadores de gran tamaño y ventanas de madera con doble acristalamiento, pero además el sistema eléctrico está totalmente renovado. La escalera de madera que separa las plantas es espaciosa y no hace más que aportar aún más luz entrando por cada uno de sus espacios, que hacen de esta casa un concepto diferente a lo que estamos acostumbrados en estas casonas de piedra asturianas. Además, arriba cuenta con un espacio de salita bien amplio con un bonito armario empotrado, ideal para libros o alguna cosina que encaje bien en el hueco. La ventana de esta sala, como colofón, nos permite ver el mar en todo su esplendor, que no es cosa menor. O dicho de otra manera, parafraseando, es cosa mayor.