en Fresno de la Vega

Se ofrece una propiedad singular y con enorme potencial: una casa amplia, sólida, con personalidad, que ofrece no solo espacio y versatilidad, sino también historia, tradición y múltiples posibilidades de uso. Está compuesta por dos viviendas independientes pero comunicadas, ambas integradas dentro de la misma finca, con un gran patio interior que da vida al conjunto y lo convierte en un hogar completo, acogedor y perfecto para quienes valoran el espacio, la privacidad y el encanto de las construcciones con carácter propio. También cuenta con un amplio garaje que da paso tanto al patio.

La primera vivienda se desarrolla principalmente en planta baja, con una distribución pensada para ofrecer amplitud, funcionalidad y comodidad en cada estancia. Cuenta con tres habitaciones espaciosas. Dispone también de un salón principal con buena luz natural, una cocina tradicional perfectamente conservada, un baño con plato de ducha de fácil acceso, y un trastero interior que permite mantener el orden sin renunciar al espacio habitable. En esta misma planta encontramos un rincón muy especial: una antigua cocina de ahumar, desde esta zona se accede directamente al patio interior. La calefacción de esta primera vivienda es de gasoil.

La planta alta de esta primera vivienda alberga una gran habitación y el acceso a un corredor exterior típico de las construcciones rurales, desde el cual se accede a dos amplias estancias diáfanas, que en su día fueron pajares.

La segunda vivienda, anexa pero con acceso propio, ofrece un ambiente más íntimo y acogedor, ideal para alojar a familiares, invitados o incluso como opción de alquiler rural. Dispone de dos habitaciones, una cocina-comedor funcional, un baño completo y un salón de paso que comunica con la primera vivienda, facilitando la conexión entre ambas pero manteniendo también su independencia si se desea. La calefacción en esta segunda parte de la vivienda funciona con carbón y leña, lo que la hace no solo funcional, sino también encantadora en los meses fríos, aportando ese toque tradicional que muchos buscan en este tipo de hogares.

En la zona del patio se encuentran las antiguas cuadras, construcciones firmes que pueden conservarse como elementos de almacenamiento, restaurarse con fines decorativos o incluso transformarse en zonas de uso recreativo y donde se habilitó un baño.

En resumen, esta casa no es solo un inmueble; es una oportunidad para quienes buscan espacio, historia, flexibilidad y conexión con lo esencial. Ideal para familias grandes, proyectos de turismo rural o simplemente para quienes quieren vivir en un entorno tranquilo sin renunciar a tener todo lo necesario al alcance.

Dos viviendas completas y un patio con alma y con posibilidades infinitas te esperan. Solicita una visita y descúbrelo en persona.

Aquí no solo comprarás una casa: invertirás en calidad de vida.